Naufragios
Julio Cortázar Dibujo de tu voz en la orilla del sueño, arrecifes de almohada con ese olor a costa próxima cuando los animales echados en la cala, las criaturas de sentina huelen la hierba y por los puentes trepa un temblor de piel y de gozosa furia. Entonces me sucede no conocerte, abrir el ojo de esa lámpara que rechazas cubriéndote la cara con el pelo, te miro y ya no se si una vez asomas de la noche con el dibujo exacto de esa otra noche de tu piel, con el vientre alentando suavemente, abandonada apenas en nuestra playa tibia por un liviano golpe de resaca. Te reconozco, subo por el perfume de tu pelo hasta esa voz que nuevamente solicita, contemplamos al mismo tiempo la doble isla en la que somos náufragos y paisaje, pie y arena, también tu me levantas de la nada con el errar de la mirada por mi pecho y por mi sexo, la caricia que inventa en mi cintura su galope de potros. En la luz eres sombra y yo soy luz, soy la luz de tu sombra y tú echada en las algas finges la sombra de mi c...