AMAR

-

¿La amas? ¿Por qué ella sabe dar amor?
 ¿La amas? ¿Por qué te deja soñar?
Cómo te llama ella.
Cómo le da sentido a sus besos
que se hacen en tu boca
¿Te enseñó como tocarla y besarla?
¿Lo amas? Por qué te deja soñar
¿Te enseñó como sentirlo, abrazarlo?
Le amas porque le dejas volar.
A veces en silencio, a veces con tantas palabras.
Como tu, cuándo duermes, cuándo te distraes,
cuándo haces tu vida diaria.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

ALGO ME FALTA AMOR

-
Cada mañana despierto y siento dentro de mí que algo falta, algo dejé en la madrugada; cada día se hace así y parece abollada de sentimientos inconclusos ¿será que habla de ti? Muero y sobrevivo por segundos interminables como un péndulo que viaja de recuerdo en recuerdo, y así vuelvo a la cama queriendo saber qué pierdo, pero no logro dar con nada ¿por qué es innombrable? Cada día hasta el último mis brazos se fatigan, mis ojos se vuelven altaneros por todo esto que se hace huérfano sin gloria y sin esperanza. Recorro una semana y otras que me hostigan porque no logro nada, de ese saber esto y lo otro, para por los menos descansar, pero esto, no avanza.
Leer más

EL ESPACIO QUE DEJAS AMOR

-
Qué   tan cierto es el espacio dejado, el cual sé, volverás a llenar con tu estío. Si supiera que no vienes mañana, si no, hoy mismo. Si supiera por qué camino has de venir, sin importarme tus pasos inseguros pero con tu corazón maduro. Si supiera que tras las sombras tu mirada se ha de entrever   para mí, nacería la sonrisa con su ondulada brisa de amor. Si supieras que has de venir; entonces le daré ofrendas a la vida por ese hecho de saber de ti. Si supiera que es hoy,   me habitaré de un divino temblor.
Leer más

La hora en que nos vimos

-
Haberte encontrado viva por las playas de Hemingway cuando apenas caía la tarde incrustándose en las palmeras, pequeños faros de aromas que se van entretejiendo del aroma del mar por donde la brisa y el horizonte van dejando entrever a Oh Marinheiro surcando con sus veladoras a otros mares e islas. Haberte encontrado entre las noches cíclicas y los diáfanos días que trágicamente no pasan en vano. Es saber que me alegra el milagro de haberte encontrado en el tren de las cinco de la tarde, hora en que es de día y es de noche, un diminuto momento. Un encuentro nunca buscado, nunca soñado, nunca señalado. Caminamos el uno al lado del otro por una pequeña acera entretejiendo como la brisa y el mar, su aroma; también nuestro aroma y las palabras que se iban reconociendo en cada hendidura, en cada pliegue de las entonaciones de silabas y afirmaciones, entre una mirada y una pregunta. Nos fuimos dejando llevar de una mirada que hablaba de agrado y de gusto, nos fuimos dejando llevar de la cort
Leer más